¿Está digitalizado el sector energético?

La Transformación Digital es un proceso que, tarde o temprano, las empresas de todos los sectores seguirán para seguir siendo competitivas, pero, ¿cuán avanzado está el sector energético en ese sentido?

Smart Grid
Escrito por:
Juan Pérez-Bedmar

Una visión general

La búsqueda de energías más baratas y no fósiles, el aumento de una conciencia "verde" entre los ciudadanos y el auge en el uso de vehículos eléctricos están impulsando a la industria energética a centrarse en modelos de negocio en torno a la energía renovable. Pero todavía existe una gran dependencia de las fuentes tradicionales en todo el mundo.

De alguna manera, la situación es bastante similar en términos de digitalización de esas empresas. Hay claros pasos adelante hacia una transformación digital completa de los procesos, pero aún queda mucho por hacer.

En primer lugar, es importante comprender la cadena de valor en el proceso de suministro de energía, por lo que voy a tomar prestado el siguiente gráfico del blog de Seeking Alpha, creado originalmente por Origin Energy (por cierto, recomiendo echar un vistazo a su artículo How Electricity Gets to You)

Tradicionalmente, hay 4 etapas en esta cadena de valor:

  • La generación de energía: La energía que finalmente consumimos se genera a partir de diferentes fuentes en las centrales eléctricas.
  • El transporte de energía: Es el proceso de transportar (en corriente de alta tensión) toda la energía generada por las centrales eléctricas a los puntos de distribución.
  • La distribución de energía: es el proceso de transportar la energía (en corriente de media y baja tensión) desde los puntos de distribución hasta su destino final: el consumidor.
  • La comercialización de energía: los consumidores no compran (normalmente) la energía directamente al distribuidor. Normalmente lo hacen a través de un comercializador de energía, que actúa como intermediario.

Paralelamente a todo esto, también hay empresas que ofrecen productos y servicios a todos los agentes de esa cadena: empresas de ingeniería y consultoría, empresas de instalación y mantenimiento, etc.

Así que hay un montón de partes interesadas en el sector, y la etapa en la que se encuentran en el proceso de digitalización, y la forma en que lo están llevando a cabo es completamente diferente. Me centraré en lo que suele ser el primer enfoque en los procesos de digitalización: el análisis de los datos.

Los datos son el rey

Extraer los datos es el primer paso (y normalmente el más subestimado). Ser capaz de tomar decisiones informadas basadas en datos reales, precisos e instantáneos es crucial para una verdadera transformación de los negocios de las empresas.

Por eso hay muchos esfuerzos en la industria centrados en extraer y analizar datos significativos y se están desplegando soluciones de IoT con ese propósito. Sin embargo, los retos aquí no son triviales:

  • Adquisición de datos: Aunque pueda parecerlo, recopilar datos no es fácil, especialmente cuando estos datos provienen de diferentes fuentes. A veces hay que ser capaz de adquirir datos de equipos heredados con protocolos propietarios, combinar el proceso con la obtención de información de sensores modernos y utilizar soluciones rentables para hacer todo esto y así garantizar el retorno de la inversión.
  • Conectividad: Enviar esos datos no solo a Internet, sino también integrarlos con diferentes servicios y sistemas internos y externos (Herramientas de análisis, CRM, ERP…etc.) puede ser una tarea compleja. Y estos sistemas son las herramientas que realmente obtendrán el valor de los datos.
  • Seguridad: Es vital que todo el proceso de captura de datos y los dispositivos que manejan estos datos sean seguros. Los dispositivos IoT no seguros son una amenaza real para el negocio de cualquier empresa, por lo que es esencial que cualquier solución IoT que implemente se tome la seguridad en serio.

Las empresas que inician su camino hacia la Digitalización tienden a pensar que extraer datos es la parte fácil, y esa es una de las principales razones por las que la mayoría de los proyectos de IoT fracasan incluso en su fase PoC.

En el sector energético, los datos significativos suelen ser capturados por dispositivos cerrados (PLCs, Medidores, Inversores…) de grandes fabricantes industriales, y aprovechar esos datos no es una tarea sencilla. La integración con ese tipo de equipos es compleja y puede implicar demasiado esfuerzo por parte de las empresas, cuyo objetivo principal no es convertirse en expertas en la integración de hardware, sino tomar decisiones basadas en datos.

El enfoque más lógico, desde nuestro humilde punto de vista, es utilizar gateways IoT abiertos con una plataforma que le permita no solo leer datos de esos dispositivos heredados, sino también obtener datos de otras fuentes, como los sensores IoT modernos.

La solución de software de Barbara ha sido creada exactamente con ese propósito: integrarse en gateways IoT y permitir a las empresas superar los 3 retos mencionados anteriormente (Adquisición de datos, Conectividad y Seguridad) con una herramienta abierta, flexible y gestionable de forma remota.

Avanzando

Una vez que los datos se capturan correctamente, las empresas energéticas disponen de una fuente de información que deben transformar en conocimientos reales.

El análisis de estos datos permite no sólo tener una monitorización en tiempo real de ciertos parámetros, sino también poder tomar decisiones importantes basadas en esos datos (como cuándo cambiar una determinada pieza de una máquina antes de que se rompa, o si comprar energía en lugar de autoconsumir).

Un buen ejemplo de caso de uso es lo que se está haciendo en la generación fotovoltaica. Pero obteniendo datos de los paneles solares (principalmente la cantidad de energía que se produce en cualquier momento) y combinado con otra información contextual (condiciones climáticas, precio de la electricidad...etc), algunas empresas están construyendo servicios realmente inteligentes para los productores de energía, convirtiéndose básicamente en sus gestores de energía. Esto significa nuevas fuentes de ingresos para las empresas y ahorro de dinero para sus clientes.

Y el futuro es bastante prometedor. Gracias a la difusión del coche eléctrico entre los consumidores, nuevos elementos (las baterías de esos coches) están entrando a formar parte de la red eléctrica. Cuando se enchufan a los cargadores, pueden utilizarse como una nueva fuente de energía, y las empresas de distribución de energía pueden optimizar sus redes tomando medidas instantáneas en función de los datos que manejan.

El sector energético aún tiene un largo camino por recorrer hacia la digitalización, pero ya ha iniciado el viaje, y con pasos muy firmes.