Tecnologías Edge para aplicar mecanismos de gestión activa de la demanda

En este contexto futuro, donde ni la producción ni la distribución están óptimamente garantizadas, todas las miradas están puestas en los llamados mecanismos de Gestión Activa de la Demanda o "Demand Response", que podría traducirse al español como "respuesta a la demanda".

Smart Grid

La "electrificación de la economía" significa utilizar la electricidad donde antes se utilizaban combustibles fósiles en todas las industrias. Esta tendencia, que es uno de los mayores activos para frenar el cambio climático, implica a su vez uno de los mayores retos para las empresas eléctricas, con redes que no están diseñadas ni dimensionadas para un aumento de más del 100% de la electricidad que tienen que transportar y distribuir. Para agravar el problema, las energías renovables son intermitentes por definición, y estamos a merced del clima y otros factores en cuanto a la cantidad de energía que podremos producir.

En este contexto futuro, donde ni la producción ni la distribución están óptimamente garantizadas, todas las miradas están puestas en los llamados mecanismos de "Demand Response", que son diversos mecanismos para adaptar el consumo a la energía que somos capaces de producir o transportar, y no al revés. Al hacer que la demanda sea más flexible, será más fácil responder a las necesidades del mercado.

IA e IoT para implementar mecanismos de respuesta a la demanda

Durante años, se han implementado políticas regulatorias y comerciales para tratar de cambiar los hábitos de consumo de la gente para adaptarlos a los picos y valles de la producción. Esto no sólo genera debates sociales en los que las empresas energéticas no están en una buena posición, sino que nunca ha dado un resultado óptimo en términos de equilibrio energético o ha evitado fallos en la red en momentos específicos. Afortunadamente, tecnologías como el autoconsumo solar, el almacenamiento, la inteligencia artificial y el IoT pueden ayudar a implementar mecanismos de respuesta a la demanda de una forma mucho más transparente para los usuarios y más eficiente para los operadores.

"Para implementar un mecanismo de Gestión Activa de la Demanda, necesitamos asegurar con la tecnología tres aspectos fundamentales: visibilidad, control e inteligencia. "David Purón - CEO Barbara IoT

Empezando por lo primero, si queremos controlar el consumo o la producción de una instalación de forma granular, necesitamos saber exactamente cómo se está comportando la instalación. Los sensores IoT conectados, incluyendo pinzas amperimétricas, analizadores de red o enchufes inteligentes con medición de consumo, nos permiten generar millones de datos con los que generar perfiles de consumo avanzados. Podemos ir mucho más allá de simplemente saber si una instalación es una vivienda o un negocio, sino identificar qué tipo de cargas tiene y cómo se utilizan a lo largo del día en cada estación del año.

Una vez que tenemos visibilidad, el segundo aspecto es el control. Ser capaz de encender, apagar o cambiar los modos de funcionamiento de aquellos elementos que tienen el mayor impacto en los perfiles de generación o demanda es obviamente clave para una Respuesta a la Demanda automatizada y casi transparente para los usuarios. Estamos hablando en este caso, por ejemplo, de inversores de autoconsumo, baterías o cargadores de vehículos eléctricos. Los fabricantes de estos dispositivos ya incorporan protocolos de comunicación que en su mayoría permiten el control remoto de estos dispositivos para facilitar estos escenarios de ajuste instantáneo.

Finalmente, después de los "ojos" que nos dan visibilidad sobre los activos eléctricos, y las "manos" que nos permiten comunicarnos en tiempo real, el último paso es el "cerebro" que nos dice cómo y cuándo combinarlos. Esto se concreta en algoritmos de Inteligencia Artificial que, entrenados con datos históricos, nos permiten generar acciones específicas a partir de la demanda, por instalación, en función de variables como la hora, el clima, el precio de la energía u otras.

Son algoritmos complejos, ya que sirven para diferentes propósitos y pueden llevarse a cabo con multitud de tecnologías, pero todos ellos terminan influyendo en la generación, el autoconsumo frente al vertido a la red, el consumo diferido o el almacenamiento.

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Para combinar estos tres aspectos, visibilidad, control e inteligencia, existe una tendencia hacia el uso de "minicomputadoras Edge" en cada instalación. Estos pequeños dispositivos inteligentes, similares a un router de Internet residencial, permiten agregarsensores IoT, controlar activos eléctricos y alojar y ejecutar los algoritmos de IA que pueden automatizar los mecanismos de Gestión Activa de la Demanda, en miles de puntos de forma individualizada y totalmente distribuida.

Todo esto, garantizando la seguridad y la resiliencia necesarias para una infraestructura como la eléctrica, posicionando las tecnologías Edge como uno de los grandes catalizadores de la "Triple D" - descarbonización, descentralización y digitalización.

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